viernes, 17 de abril de 2020

                        BIOGRAFIA


Esteban Astacio Pérez (Marino Pérez)

Marino Pérez nació el 26 de diciembre de 1946, en Guayabo Dulce, provincia de Hato Mayor del Rey, República Dominicana, hijo de la señora  Carmen Pérez y Arcadio Astacio   

Cuando era niño, Pérez pescaba y nadaba en un río local, luego lo inspiró a escribir canciones sobre su experiencia de la naturaleza. Pérez comenzó a trabajar a la edad de catorce años como cortador de caña de azúcar, ganando solo 35 centavos por viaje.

Fue en este momento que su hermana Leonidas "Morena" Rondón Pérez se mudó a Placer Bonito en el número 34 de la calle María Quirino en la vecina provincia de San Pedro de Macorís.

Nueve años después, Pérez decidió mudarse a San Pedro de Macorís, donde se puso en contacto con los músicos locales Negro Sánchez, Suri Domínguez, Julito Reyes y Ramón Marrero. Pérez se reuniría con ellos en la casa de Sánchez en Loma del Cochero, donde tocarían y compondrían canciones bajo un limoncillo. Durante estos años, Pérez grabó su primer y segundo álbum, "Sin Rumbo" y "Entre Copa y Copa", que no tuvieron éxito.

Marino Pérez (26 de diciembre de 1946 - 26 de julio de 1991), también conocido como Esteban Pérez,  es considerado uno de los mejores bachateros de todos los tiempos. Conocido como "El padre de la bachata amarga", Pérez escribió música que a menudo abordaba las dificultades de la vida en la prisión, la prostitución y sus luchas con el alcoholismo. Su carrera alcanzó su punto máximo en los años 70 y 80 con una larga lista de éxitos, incluidos Ay Mami, La Historia de Marino y No La Quiero Ver Con Otro.

Biografía

En los años 70, Christopher Acosta formó el grupo "Los Dominicanos del Ritmo", más tarde conocido como "Los Cibernéticos", al que se unió Pérez. El grupo se reuniría en "El 28", un centro de entretenimiento ubicado en la calle 30 de marzo al lado del complejo deportivo. Allí conoció a Cristóbal Acosta, Ángel Guerrero, Sijo Osoria, José Ventura, Juan Bautista, Tony Santos, Pepillo, el dueño de "El 28", y otros.

Después del primer éxito de Pérez, "Aclamando El Licor", sus canciones fueron ampliamente transmitidas. Fue apoyado por los locutores Gregorio Justiniano en Radio Mar, Michel y Domingo de los Santos en Radio Dial, y Edwin Emmanuel (el bravo) en Radio Oriente.

Pérez y Los Cibernéticos organizaron eventos muy concurridos en el Apollo Disco Club. Marino popularizó muchas canciones, entre ellas "El Trago de Olvidar", "De Taberna en Taberna" y "La Espero Bebiendo". Marino fue amado y aclamado por muchos, pero su disfrute de las fiestas, las mujeres y el licor lo llevó a una mala reputación.

Tenía un amplio repertorio de temas donde exhibía el típico machismo de hombre de parranda. Los más escuchados   eran «La alabanciosa» y «Por andar de parrandera», los cuales compuso para enfrentar a una intérprete del género llamada Carmen Francisco, con la cual sostuvo una ardiente diatriba que terminó con la conciliación entre ambos. Como sello de esta amistad grabó junto a dicha interprete el tema «Ya somos amigos».

Es válido recalcar, que la música de Marino Pérez y otros intérpretes de bachata encierra algunos elementos de vital trascendencia para el estudio de las características del pueblo dominicano, sobre todo de los barrios y comunidades marginadas donde todavía estos temas son escuchados con bastante profusión.

No fue bien recibido en algunas partes de la sociedad y se inspiró en esta crítica para escribir "Que Sigan Criticando que Yo Sigo Gozando". Debido a su talento, Pérez pudo encontrar inspiración en dichos, días festivos, historias e incluso eventos trágicos. Un músico que estaba en el apogeo de su carrera, Wilfrido Vargas, encontró algunos de los éxitos de Pérez y los adaptó, lo que resultó en un rotundo éxito internacional. Sin embargo, a pesar del éxito de sus álbumes, Pérez vivió su vida en la pobreza ya que los bachateros estaban mal pagados.

Dos días antes había sido desahuciado en el Centro Médico San Pedro, de esa ciudad, y entregado a su hermana Leonidas Rondón Pérez (Morena).

Esteban Astacio Pérez, su verdadero nombre, murió el 26 de julio de 1991, a los 65 años, en la calle Ramona González, número 145, en el barrio México, de San Pedro de Macorís, a causa de cirrosis hepática. Macorís, donde vivía con su madre, su hermana y sus dos hijas Raysa Pérez y Johanna Veronica

Su entierero fue en San Pedro de Macorís es recordado por http://bernotberry.blogia.com como sepelió que mas gente ha asistido, las mujeres lloraban y los hombres apretaban los puños, una banda cantaba los temas desde una patana donde iba el ferretro del popular cantante de bachatas.

Era una espontánea y asombrosa manifestación de masas que con voz apenada coreaban:

                “Si algún día al cruzar el camino,
                 de  repente  tú  ves  un  entierro,
                 sólo piensas que allí va  tendido
                 aquel  hombre que  una  vez fue
                 tu  dueño”...



Pérez era conocido como uno de los representantes más auténticos de la bachata. Pocos minutos después de la transmisión de noticias de Radio Dial sobre su muerte, la ciudad de San Pedro de Macorís se convirtió en un mar de lágrimas y dolor por una pérdida tan grande. Su funeral es recordado por ser uno de los eventos más emotivos y mejor atendidos en la historia de la ciudad. Cuando la caravana fúnebre llegó al cementerio al lado de Santa Fe, la cola todavía estaba en el parque Duarte. Las canciones de Marino Pérez todavía viven en todas las estaciones del país, incluso con el paso de los años después de su muerte. El público continúa comprando sus discos, y es recordado como un ícono musical por su carrera en el folklore.

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